En Suecia, aproximadamente 130 mecánicos de 10 talleres autorizados de Tesla iniciaron una huelga el pasado 27 de octubre, afectando las operaciones en siete ciudades de esta nación europea. Y Elon Musk, propietario de la compañía fabricante de vehículos eléctricos, rompió un silencio de cinco semanas y consideró la protesta como “locura”.

a acción colectiva surge debido a la negativa de la compañía de origen estadounidense a firmar un convenio colectivo de salarios, según información proporcionada por el sindicato IF Metall.

Cuya presidenta, Marie Nilsson, aseguró que este paro no es solamente una lucha por los trabajadores de Tesla, sino para proteger el modelo sindical sueco.

“Si permitimos que empresas como Tesla operen sin convenio colectivo, se abrirá a otras empresas internacionales y a otro tipo de industrias“, concluyó Nilsson.

Elon Musk rompió su silencio sobre una huelga de trabajadores en Suecia y afirmó que es una «locura» y que va a afectar la entrega de nuevos vehículos. (Wikimedia Commons)

La huelga ha cobrado mayor fuerza y se ha extendido a otros talleres que ofrecen sus servicios a la marca de coches eléctricos. Y en un solidario giro de eventos, los trabajadores de los puertos suecos también se han unido al paro, no desembarcando cargamentos correspondientes a Tesla.

Además, se ha sumado el personal del servicio postal, que desde el lunes ha cesado la entrega de envíos a las oficinas y talleres de Tesla, lo cual podría traducirse en una parálisis en la emisión de nuevas matrículas para los vehículos, dada la dependencia del sistema de correo para su distribución en el país.

La huelga ha ganado notoriedad internacional, particularmente después de que el CEO de Tesla, Elon Musk, respondiera a un comentario en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, calificando la situación de “una locura”.

Además, la protesta de los trabajadores postales indignó a Musk, pues impide que la Agencia Sueca de Transporte entregue placas de matrícula a los nuevos automóviles de Tesla, debido a que las regulaciones locales no permiten otra entrega que no sea por correo.

Esto significa que, por ahora, no se podrán poner a circular nuevos Teslas en Suecia.

El Centro de Servicio del fabricante de automóviles eléctricos Tesla en Segeltorp, al sur de Estocolmo. (TT News Agency/AFP)

El Centro de Servicio del fabricante de automóviles eléctricos Tesla en Segeltorp, al sur de Estocolmo. (TT News Agency/AFP)

Cabe señalar que en Suecia, los convenios colectivos son fundamentales para el mercado de trabajo, abarcando aproximadamente el 90% de la fuerza laboral y asegurando condiciones dignas de empleo y salarios justos.

Sin embargo, desde el sindicato aseguran que Tesla se ha mantenido firme en su posición de no adherirse a este tipo de pactos, argumentando que “no lo hacen en ninguna parte del mundo”.

La resistencia de la compañía de Musk a la firma de dicho convenio colectivo es vista como un desafío a la tradición laboral sueca, donde la negociación colectiva juega un rol crucial en la estabilidad y las condiciones laborales.

Esta situación podrá tener repercusiones en la reputación y operaciones futuras de la compañía en un mercado caracterizado por una fuerte protección a los trabajadores.

Por ahora, el principal mediador entre las dos partes declaró el 21 al diario financiero sueco Dagens Industri que la filial de Tesla en Suecia no tiene margen de maniobra para firmar acuerdos con el sindicato, y dijo que recibe “órdenes directamente de Elon Musk”.

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