La empresa ensambladora alemana de autos de lujo cierra el año con incertidumbre en cuanto a la producción de los próximos años.

La planta de Audi México ubicada en San José de Chiapa Puebla, cierra el año entre la disyuntiva de aceptar la propuesta de negociación salarial de su Sindicato o conservar los puestos de trabajo. Toda vez que la empresa alemana ha pronosticado una baja en la producción de sus autos para los próximos tres años, a consecuencia de la baja demanda de autos de combustión interna y el auge de los vehículos eléctricos que se augura, los cuales desplazarán de manera gradual a los vehículos a base de combustibles fósiles.

Esta baja en la producción preocupa a trabajadores ante la disputa entre empresa y el sindicato, quien ha solicitado un aumento del 17%, para los más de 4 mil técnicos sindicalizados, aun cuando el líder sindical, César Orta, sabe que esta demanda no solo pone entre las cuerdas a la planta sino también a los trabajadores, pues ante la baja productividad que habrá y el aumento de salario, se ponen en riesgo a 500 obreros eventuales, número que puede elevarse hasta el doble.

Aprobar un aumento salarial del 17% pondría inicialmente en riesgo la fuente de trabajo de 500 obreros o más.

Considerando que México está por vivir un año político que podría impactar en mayor o menor medida la economía nacional, la coyuntura internacional que repercute directamente en las exportaciones y el riesgo de incremento del desempleo, pugnar por un aumento salarial que ponga en riesgo el trabajo de los técnicos de la planta resultaría arriesgado.

En cuanto a la mesa de negociación, el sindicato tampoco ha informado a los agremiados sobre las posibles vías para el aumento salarial, que podría permitir a los trabajadores tomar una mejor decisión sobre su futuro laboral y su estabilidad económica a largo plazo.

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