Este acuerdo contempla un aumento del 6% en el salario base y un 4% adicional en prestaciones, cifras que, para muchos de los empleados, resultan insuficientes ante las demandas y necesidades actuales de México

Un grupo representativo de trabajadores ha expresado su descontento frente a un acuerdo preliminar entre la empresa automotriz estadounidense y el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA). Según fuentes internas, este acuerdo contempla un aumento del 6% en el salario base y un 4% adicional en prestaciones, cifras que, para muchos de los empleados, resultan insuficientes ante las demandas y necesidades actuales de México.

Los trabajadores han señalado que están preparados para rechazar esta propuesta, alegando que no se alinea con las mejoras significativas que han estado solicitando en términos de condiciones laborales y compensación. La inconformidad general se centra en la percepción de que tanto GM como SINTTIA no están actuando en favor de la base laboral, lo que ha generado un ambiente de tensión y desconfianza hacia la representación sindical.

“Necesitamos mejoras reales en nuestras condiciones, no solo ajustes mínimos que no compensan el aumento del costo de vida ni reconocen nuestra contribución al éxito de la empresa” aseguran los trabajadores

Un líder de opinión de este grupo de trabajadores, que prefirió mantenerse en el anonimato declaró: «Esperamos que SINTTIA no lleve esta propuesta a votación. Hacerlo sería una clara demostración de que no están defendiendo los intereses de los trabajadores. Necesitamos mejoras reales en nuestras condiciones, no solo ajustes mínimos que no compensan el aumento del costo de vida ni reconocen nuestra contribución al éxito de la empresa».

Este conflicto surge en un contexto donde las negociaciones anteriores ya habían sido motivo de insatisfacción entre la fuerza laboral. Los trabajadores de GM en Silao han estado buscando un cambio significativo que se refleje tanto en su salario como en sus prestaciones, argumentando que las ofertas hasta la fecha no han estado a la altura de sus expectativas ni de las ganancias que la planta genera para la compañía a nivel global.

SINTTIA, por su parte, aún no ha emitido una respuesta oficial frente a las preocupaciones planteadas por los trabajadores, dejando en el aire la pregunta sobre cómo manejarán esta creciente ola de descontento.

Este escenario pone de manifiesto las complejas dinámicas entre la gestión corporativa, los sindicatos y la fuerza laboral, en un momento en que la industria automotriz enfrenta desafíos significativos a nivel global.

Los trabajadores de GM en Silao se encuentran, por tanto, en una encrucijada crucial, buscando equilibrar la necesidad de estabilidad laboral con la lucha por condiciones de trabajo justas y competitivas.

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