En un año marcado por controversias, el sindicato SINTTIA y su secretaria general, Alejandra Morales, han sido acusados de manipular dos importantes procesos electorales, según testimonios de trabajadores.

La primera elección, llevada a cabo los días 1 y 2 de febrero para elegir un nuevo comité sindical de SINTTIA, fue empañada por una serie de irregularidades. La planilla negro-rosa, liderada por Alejandra Morales, fue criticada por su falta de transparencia y la percepción de favoritismo hacia la secretaria general, quien logró su reelección en medio de cuestionamientos sobre la integridad del proceso electoral.


Además, la falta de capacitación del comité electoral permitió que ocurrieran actos que podrían haber influenciado negativamente los resultados, como el registro de votos de trabajadores no afiliados al sindicato.


Posteriormente, el 4 y 5 de abril, se llevó a cabo otra votación crucial para la aceptación del contrato colectivo de trabajo en General Motors Silao. Sin embargo, los trabajadores afirman que Alejandra Morales nuevamente intervino en el proceso electoral, esta vez para evitar un estallido de huelga en la planta.

A pesar de las demandas de los trabajadores de rechazar el contrato colectivo y volver a la mesa de negociaciones, el sindicato presionó para que se aceptara un aumento que había sido previamente negociado, generando malestar entre los empleados por que la negociación no se acercaba a lo prometido en las asambleas del SINTTIA.


Un trabajador manifestó que “El sindicato tiene mucho poder y con ayuda de los gringos hacen aquí lo que les sea conveniente”.


Estas acusaciones plantean serias dudas sobre la integridad y la imparcialidad del sindicato SINTTIA, así como sobre el liderazgo de Alejandra Morales. Los trabajadores exigen una investigación independiente y transparente para esclarecer estos incidentes y restaurar la confianza en el proceso democrático dentro del sindicato y la planta General Motors Silao.

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