Cuando un trabajador acepta afiliarse a un sindicato, lo hace con la esperanza de estar mejor protegido, de tener respaldo en momentos difíciles y de formar parte de una comunidad que lucha por sus derechos. Pero si ese sindicato es Transformación Sindical, lo más probable es que su dinero termine llenando una red de favores familiares y beneficios exclusivos para unos cuantos.

Desde hace meses, trabajadores de distintos sectores en Querétaro vienen denunciando el cobro excesivo de cuotas sindicales por parte de este sindicato encabezado por Eduardo Castillo. El problema no es solo el monto elevado, sino la falta absoluta de transparencia en su uso, no hay informes, no hay rendición de cuentas, no hay beneficios visibles.

Lo que sí hay es una cúpula sindical plagada de parientes de Castillo que viven cómodamente gracias al dinero de los trabajadores, algunos con sueldos que duplican el promedio de los trabajadores a los que supuestamente representan.

La estructura sindical parece haber sido diseñada no para defender a los obreros, sino para convertirse en una maquinaria de recaudación que alimenta los privilegios de la familia Castillo. No hay justificación para cuotas tan elevadas cuando no existen programas de capacitación, asesoría legal o mejoras tangibles en los contratos colectivos.

Esta situación representa un fraude moral y financiero. No se trata solo de un mal manejo, sino de un esquema pensado para extraer recursos de los trabajadores sin ofrecer nada a cambio. En vez de representar los intereses laborales, Transformación Sindical se comporta como una entidad recaudadora, con fines personales.

La falta de respuesta de la dirigencia ante estas acusaciones solo refuerza las sospechas. Mientras tanto, trabajadores continúan viendo cómo se descuentan sus cuotas sin saber en qué se gasta ese dinero.

Transformación Sindical no transforma nada. Solo convierte cuotas sindicales en lujos familiares. Y la pregunta que todo trabajador debería hacerse hoy es simple:
¿Estás dispuesto a seguir pagando por el silencio y el beneficio de otros?

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