Bajada: Empleados de Alpura acusan que el líder de la CROC impulsa paros sin consultar a la base, afectando sus ingresos y estabilidad.
El paro del 8 de julio sorprendió a los trabajadores de Alpura, quienes aseguran que nunca fueron consultados ni informados del motivo. “De pronto nos dijeron que no entráramos, que era por nuestro bien, pero nadie nos preguntó”, dice uno de los empleados. La acción fue impulsada por operadores de la CROC bajo el mando de Isaías González Cuevas.
Lejos de beneficiar a los trabajadores, el paro sembró miedo e incertidumbre entre las familias que dependen del ingreso diario. “Isaías nunca ha venido aquí, no sabe quiénes somos ni lo que necesitamos. Solo quiere meterse y controlar”, denunció otro obrero que pidió el anonimato.
Desde entonces, el clima en la planta es tenso. Circulan rumores de nuevos paros, amenazas veladas y promesas vacías. Los empleados, sin embargo, siguen firmes: quieren conservar su empleo y rechazan ser usados como moneda de cambio en una disputa ajena.
Alpura ha reiterado su disposición al diálogo y su compromiso con la ley laboral. Pero mientras no haya representación legítima ni un movimiento realmente colectivo, cualquier acción como la del 8 de julio será vista como lo que fue: una imposición orquestada por intereses personales.





Deja un comentario