• El sindicato independiente se desmorona ante el rechazo creciente de la base trabajadora, que ya no se deja comprar con sorteos.

En el corazón del Bajío y otras regiones del país, SINTTIA enfrenta una crisis profunda: ya no convence. Lo que alguna vez se presentó como un proyecto sindical nuevo, transparente y comprometido, hoy genera desconfianza, decepción y rechazo.

Trabajadores de distintas plantas han comenzado a manifestar su hartazgo con un sindicato que, en lugar de ofrecer resultados, ahora recurre a rifas, sorteos y regalos en un intento desesperado por recuperar respaldo. Sin embargo, los empleados ya no se dejan engañar. “Nos quieren comprar con premios, como si eso resolviera nuestras necesidades”, señalan con firmeza.

Desde hace meses, los trabajadores denuncian falta de rendición de cuentas, ausencia de logros y una estructura cerrada liderada por un pequeño grupo que no escucha ni representa a las bases. Las promesas de un sindicalismo diferente han quedado en el olvido, reemplazadas por campañas de marketing y eventos sin contenido.

Cada vez más voces denuncian que SINTTIA prioriza su imagen pública sobre las verdaderas necesidades laborales. Y lo que es peor: muchos aseguran que se han sentido utilizados por un proyecto que sólo busca posicionarse, sin dar respuestas reales.

Las recientes derrotas electorales, como la de GM San Luis Potosí, solo confirman lo que ya es evidente para miles de trabajadores: el discurso de cambio ya no tiene sustento. Hoy, en el Bajío y más allá, los obreros optan por sindicatos que demuestran su trabajo con hechos, no con rifas.

Deja un comentario

Tendencias