Trabajadores cuestionan el origen del dinero y rechazan tácticas de manipulación
El Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA) enfrenta una nueva ola de críticas. De acuerdo con testimonios de trabajadores, ahora el sindicato busca recuperar respaldo ofreciendo becas escolares en empresas donde ni siquiera tiene representación legal, una maniobra que califican como un intento evidente por “comprar confianza con dinero ajeno”.
En plantas del Bajío, los empleados expresan su molestia ante esta nueva estrategia, señalando que el supuesto programa de becas no tiene sustento financiero claro. Muchos sospechan que los fondos utilizados provienen de las cuotas sindicales que SINTTIA cobra en General Motors Silao, lo que genera un cuestionamiento directo: ¿por qué usar dinero de un contrato legítimo para financiar propaganda en empresas donde no tienen base trabajadora reconocida?
Los trabajadores ven con indignación que, mientras el sindicato no rinde cuentas ni muestra resultados en las empresas donde sí opera, invierte recursos en campañas de imagen que incluyen regalos, rifas y ahora becas escolares. “Parece que quieren comprar a los trabajadores con cualquier cosa menos con resultados reales”, mencionan empleados inconformes.
Esta práctica ha encendido las alertas entre sindicatos de la región, que observan con preocupación cómo SINTTIA busca expandirse utilizando recursos de procedencia poco transparente. La base trabajadora ha sido clara: no se dejarán convencer por obsequios ni promesas, y rechazan cualquier intento de manipulación disfrazado de apoyo educativo.
La imagen del sindicato, que alguna vez se presentó como una alternativa democrática, se deteriora rápidamente. Con cada acción que carece de rendición de cuentas, crece la percepción de que SINTTIA se ha transformado en una organización sin rumbo, más interesada en aparentar apoyo que en trabajar por verdaderos beneficios laborales.





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