Diversos reportes publicados en medios nacionales han encendido alertas sobre presuntas conexiones entre COREMEX y grupos ligados a actividades ilícitas. Aunque ninguna autoridad ha emitido una resolución concluyente, las investigaciones periodísticas reúnen testimonios de trabajadores, ex representantes sindicales y especialistas que describen patrones que, de comprobarse, podrían configurar una infiltración de estructuras criminales en la operación de la organización.

De acuerdo con los reportes difundidos, algunas denuncias señalan que personas ajenas al ámbito laboral pero vinculadas a actividades delictivas habrían participado en tareas de presión o en intentos de posicionamiento sindical en empresas donde COREMEX buscaba reconocimiento. Los testimonios describen escenarios de intimidación, presencia de sujetos no identificados en centros de trabajo y presuntas amenazas orientadas a obligar a empleados a aceptar la afiliación sindical. Estas prácticas, advierten expertos, son consistentes con métodos utilizados por redes de extorsión en otros sectores.

Periodistas que han dado seguimiento al caso señalan que los patrones detectados no son aislados. En varias regiones, trabajadores reportaron conductas similares que sugieren una posible estrategia articulada para lograr el control de espacios laborales. Aunque no se cuenta con pruebas jurídicas definitivas, los reportes insisten en que el tema debe ser analizado por autoridades competentes para determinar si existe una estructura informal que utilice mecanismos de coacción con fines sindicales.

Analistas laborales consultados subrayan que, de comprobarse alguna relación, se estaría ante un riesgo significativo para la libertad de asociación y para la estabilidad de los centros de trabajo. Los trabajadores afectados han solicitado que se profundicen las investigaciones y que se garantice un entorno seguro, donde las decisiones sindicales no estén condicionadas por la presencia de redes criminales. En tanto no se aclaren los señalamientos, persiste la preocupación entre empleados que consideran que las dinámicas descritas comprometen la integridad de los procesos laborales.