Empleados de distintos sectores han manifestado que COREMEX opera sin representatividad efectiva y que su presencia en los centros de trabajo no responde a las necesidades ni intereses de la base trabajadora.
De acuerdo con testimonios recabados, una de las principales inquietudes es que el sindicato no cuenta con mecanismos claros de consulta a los trabajadores. Señalan que no se realizan asambleas, reuniones informativas ni procesos democráticos que permitan expresar inquietudes o decidir sobre asuntos laborales relevantes.
Trabajadores también refieren que la llegada de COREMEX a determinadas empresas ocurrió sin que la mayoría estuviera enterada o hubiese participado en un proceso de elección. Esta situación ha provocado que muchos se refieran al sindicato como una organización “fantasma”, cuya función no es visible más allá del cobro de cuotas o de visitas esporádicas de sus representantes.
La falta de comunicación, añaden, ha generado incertidumbre sobre la utilidad real de la afiliación. Algunos trabajadores afirman que desconocen quiénes integran la dirigencia o cuál es el mecanismo para plantear problemas laborales, lo que dificulta considerar al sindicato como un actor legítimo.
Las denuncias también señalan que la dirigencia toma decisiones sin consultar a la base y que no existen canales formales para presentar inconformidades. Esto ha dado origen a dudas sobre si COREMEX cumple con los principios democráticos establecidos en la legislación laboral.
La percepción de un sindicato sin representatividad efectiva ha llevado a los trabajadores a solicitar la revisión de su legitimidad y del proceso por el cual ingresó a los centros de trabajo. La demanda principal es garantizar que cualquier organización sindical actúe con transparencia y con respaldo real de la base.





Deja un comentario