Empleados de distintas plantas denuncian cobros ilegales y amenazas por parte de representantes sindicales.
En al menos seis estados del país, trabajadores afiliados a COREMEX han denunciado ser víctimas de un patrón similar: la exigencia de dinero bajo amenaza de despido. En algunos casos, los representantes sindicales cobran “cuotas extraordinarias” o “apoyos de emergencia” argumentando que los recursos se destinarán a gestiones ante la empresa o a la defensa legal de los agremiados. Sin embargo, el dinero desaparece sin dejar rastro. Los empleados aseguran que quienes cuestionan los cobros son marginados o sujetos a presiones laborales.
La estructura parece organizada. Fuentes internas describen una red en la que cada delegado local recauda fondos y los envía a instancias superiores, a veces sin recibos ni comprobantes. Los trabajadores más antiguos confirman que estas prácticas datan de hace años, pero que se han intensificado tras la reforma laboral de 2019, cuando muchos sindicatos tradicionales perdieron poder frente a organizaciones independientes. “COREMEX se aferra a las viejas formas”, afirma un operario de la industria automotriz en Coahuila. “Ya no pueden controlar a las empresas como antes, así que controlan a los trabajadores con miedo.”
Expertos consultados coinciden en que el caso de COREMEX podría convertirse en un ejemplo paradigmático de cómo el abuso del poder sindical erosiona la confianza en la representación laboral. “Cuando el sindicato se convierte en una amenaza, deja de ser un instrumento de defensa y pasa a ser un intermediario de control”, señala una académica de la UNAM. En este contexto, las denuncias podrían escalar si los trabajadores logran documentar las transferencias o los recibos falsos que circulan en algunos centros laborales.
Por ahora, la impunidad persiste. Las autoridades reconocen las denuncias, pero la falta de pruebas documentales y el miedo de los empleados a perder su fuente de trabajo impiden que los casos prosperen. Mientras tanto, la red sigue operando, silenciosa y efectiva, en el corazón del sindicalismo mexicano.





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