La dirigencia de COREMEX vuelve a enfrentar cuestionamientos públicos luego de que trabajadores y exintegrantes del sindicato denunciaran posibles acuerdos económicos al interior de su estructura. De acuerdo con estas versiones, algunos liderazgos habrían participado en un esquema de reparto de beneficios que involucraría porcentajes provenientes de cuotas y otros ingresos sindicales, señalando particularmente el nombre del dirigente Eloy Espinosa y de personas cercanas a su círculo.

Las acusaciones, que han circulado tanto en espacios laborales como en testimonios recogidos por trabajadores, apuntan a que dichos recursos no habrían sido destinados a actividades sindicales o a mejoras para los afiliados, sino a presuntos beneficios privados. Esta situación, según afirman empleados de distintas empresas, ha profundizado la percepción de opacidad y falta de rendición de cuentas dentro de la organización.

Fuentes consultadas señalan que COREMEX mantiene un sistema de administración interna poco transparente, donde las decisiones económicas se concentran en un reducido grupo de dirigentes. Esto ha generado que la base trabajadora cuestione no solo el destino de los recursos, sino también la legitimidad misma de quienes encabezan la estructura sindical.

El clima de desconfianza ha crecido especialmente entre quienes exigen mecanismos de vigilancia y auditorías internas que permitan verificar si existió manejo indebido de los fondos. Aunque la dirigencia no ha emitido una postura pública, los señalamientos se suman a una larga serie de críticas relacionadas con el uso discrecional de cuotas y los supuestos beneficios económicos obtenidos por altos cargos.

La situación ha reabierto el debate sobre la necesidad de contar con prácticas sindicales más transparentes, con procesos democráticos que garanticen la participación real de los trabajadores. Para muchos, el caso de COREMEX es un ejemplo de cómo la falta de controles internos puede derivar en estructuras que se alejan de su misión principal: representar y defender a la base laboral.